lunes, 16 de mayo de 2011

UNA NOCHE DE ANTRO


Nos dimos la tarea, de preguntar a los jóvenes visitantes del Chalet como han vivido la violencia durante los primeros meses del año, y no fue fácil, porque nos veían con miedo; como si tres mujeres pudieran hacer algo más que una entrevista, Andrea fue la única de casi cien personas que se encontraban en el lugar, notase que estaba vacío, ella muy sonriente y disfrutando de un trago nos platicó:
"Para mí una noche de antro hace 5 meses era diferente, en las noches de fin de semana me juntaba con mis amigos en un bar o una casa a pre-copear, de ahí nos íbamos a un antro, somos un grupo más o menos de veinte amigos, todos tenemos entre veinte y veinticinco años.
 Cuando llegábamos al antro; tomábamos, nos divertíamos sin ninguna preocupación, nos sentíamos seguros de andar por la ciudad en la madrugada, con sus riesgos como un accidente de carro, que nos pudieran robar, pero balazos y granadazos no era una posibilidad. Después de los granadazos nuestros fines de semana empezaron a cambiar, nuestros papás estaban muy alarmados por todo lo que estaba ocurriendo.
De principio nosotros decidimos mejor juntarnos en casas y en la que estuviera más céntrica para todos, para evitar estar por la ciudad, nuestros papás nos prohibieron ir de antro o ir a bares hasta que las cosas se calmaran, de principio todos estábamos asustados nadie quería ir a ningún lado, después de un mes y medio todos queríamos salir otra vez, extrañábamos nuestra vida nocturna de siempre, poco a poco comenzamos a salir de antro otra vez, algunos les mentimos a nuestros papás diciendo que estábamos en otro lado por que seguían sin dejarnos ir de antro.
Recuerdo que tuvimos una plática todos mis amigos y yo de que lo peor del caso es que conocíamos gente que se encontraba involucrada en la mafia, amigos que antes pertenecían a nuestra bolita de cuando éramos chicos, pero algunos por "facilitarse" la vida, comenzaron siendo dilers, después chalanes y después, quien sabe, ellos se sentían muy importantes e influyentes por estar metidos en todo eso, comenzamos a odiar a nuestros conocidos involucrados en esto, ya que posiblemente ellos participaban en este tipo de atentados solo por dinero. Gracias a ellos, nos sentimos inseguros, al no poder salir de antro. Muchos de los amigos que se creían influyentes terminaron siendo nuestra pesadilla, ahora al llegar al antro nuestro primer pensamiento no era ¿Qué mesa nos van a dar? , ¿Qué vamos a tomar?, todas esas preguntas se convirtieron en: ¿Para dónde corro si llegan a tirar una granada?"



Lo que piensa Andrea, ha pasado por la mente de muchos jóvenes en estos días, tener un plan de evacuación en caso de emergencia, es muy interesante y valido para todos; " Soy Ángel y soy mesero, pero en caso de que pase algo malo aquí en el lugar, corro y me meto en los tubos de ventilación". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario